17 de Octubre de 1999

 

“Mis amados hijos,

 

Sean valientes porque han venido a la Fuente de la Misericordia.  Aquí la Misericordia ve la pureza de cada corazón.  El ve el dolor y el sufrimiento --- aun así, siéntanse alegres porque mi Hijo ve a cada corazón y a cada corazón El toma en sus Santísimas manos.  El es vida eterna y los ha creado para que sean Sus hijos de luz y amor.  Las distracciones de este mundo son muchas, pero ustedes han sido llamados a un camino de santidad ---- un camino al cual Yo he sido enviada como luz para alumbrar cada paso.  Seres queridos, Yo les pido que escuchen la urgencia de Mi llamado porque realmente éste es un lugar de santidad - - un lugar de sanación.  Yo les pido simplemente que abran las puertas de su corazón para que Jesus entre donde El vivirá con ustedes y ustedes con El.  Regocíjense porque el amor que El vierte sobre ustedes es la fortaleza para sobrellevar las tribulaciones que se acercan --- tantas --- y aun, Yo les digo, con mucha fe ---- mucha oración ---- mucho ayuno ---- se convertirán en instrumentos fuertes y vitales de Su paz.  Nunca teman, hijos Míos, porque Dios siempre está cerca.  El ha enviado a Sus ángeles para guiarlos --- para guardarlos y protegerlos.  Como un padre ama y protege a sus hijos, así también, Nuestro Padre celestial hace mucho más.  Permítanle que los ame.  Aprendan a perdonar porque con el perdón viene paz y alegría como fue la intención de Mi Hijo.”    

 

(Un breve mensaje personal de Jesus fue seguido por las siguientes palabras de nuestra Senora.)  “El tiempo de gran purificación viene.  Este es un tiempo de alegría también porque del desecho salen las semillas sembradas por Nuestro Senor ---- un renacer ---- no solo de esta tierra, pero de todas las criaturas de Dios.  Síganlo a El --- ámenlo --- y obedezcan Sus mandamientos.”
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