26 de Julio de 1997 (Aprox. 4:00 a.m.) (Maria)

 

Mis queridos pequeños,

 

¡Alabado sea Jesús! En Su infinita misericordia, El ha enviado a Sus ángeles para guardarlos y protegerlos.  Sus corazones están siendo colmados con la alegría del amanecer dando luz a un nuevo día de vida.

 

Permitan que los rayos de luz que penetran los corazones de Sus escogidos acerquen a las almas a la FUENTE DE MISERICORDIA ahí SU SED POR LAS ALMAS será saciada.
En su camino hacia la santidad, SU SED se hará más grande a la vez que la presencia de Mi Hijo será más aparente en sus vidas.  Continúen adelante, pequeños Míos.  No miren hacia atrás pero enfóquense siempre en Jesús quien está al frente de ustedes.  Paz, preciosos Míos.
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