5 de Octubre de 1997 (Maria)

 

Queridos hijos Míos, 

 

Vengo como su amorosa Madre trayendo paz y la afirmación del amor de Dios. Mi corazón se siente pesado, pequeños Míos, y Mis ojos aun están llenos de lágrimas por las almas endurecidas cuyo destino eterno pende de un hilo.

 

 Permitan que todos quienes buscan la guía de la voluntad Divina de Mi Hijo y aquellos en cuyos corazones Nuestros mensajes han enraizado se conviertan en discípulos de Nuestra paz y amor.  Ustedes han sido escogidos --- la hora de la decisión está aquí y ahora.  Ustedes han sido llamados a esta batalla final por las almas.  Prepárense y encuentren consuelo en la misericordia de Jesús quien les ha proporcionado protección celestial.

 

Yo les digo que este día --- todos quienes buscan con un corazón puro como de niño encontrará y aquellos cuyos oídos están abiertos al suave susurro  de esperanza oirán.

 

Mantengan veladoras y agua bendita a la mano --- continúen usando medallas benditas --- sus crucifijos y escapularios  puesto que son armas poderosas las cuales repelan el enemigo.  Oren, hijos Míos, oren y sacrifíquense porque muchos enfrentan una eternidad de oscuridad.  Yo necesito sus oraciones.  ¡Escúchenme --- escuchen y entiendan, Mi llamado es urgente!  Paz y amor, queridos Míos.
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