16 de Mayo del 2003

 

(El siguiente mensaje se recibió durante una meditación privada con Nuestra Senora en Elburn, Illinois. Una cosa en particular que deseo compartir es el gran afecto de Nuestra Senora para las familias y nuestras responsabilidades hacia ellas.  Mientras estábamos en conversación,  recibí  una llamada de mi familia que necesitaba mi atención inmediata. Ella detuvo su conversación y me pidió que atendiera a la necesidad de mi familia.  Cuando se resolvió la situación continuamos nuestra conversación como si no  hubiera habido interrupción alguna. Tal vez ésto es una lección que requiere nuestra comprensión y el valor que Nuestro Senor y Nuestra Senora ponen en nuestra respuesta a las necesidades con nuestros semejantes.)

 

Mi querida hija, 

 

En esta montaña sagrada llamaré a muchas almas sedientas para que muchos de ustedes, Mis pequeños, cultiven en la profundidad de sus corazones . . . el gozo y la paz en amar y servir a Dios Todopoderoso.  Están siendo refinados y afinados como instrumentos de este amor. 

 

Sabemos que sus días son largos y llenos de interrupciones que no cesan y todas para   perturbar su paz.  Hasta ahora están en paz con Dios, no pueden estar en paz con sus  hermanos y hermanas. Todo ésto viene con un compromiso, un fíate interno que da la dulce fragancia de un amor incondicional. 

 

Uno no llega a esta meta sin las cicatrices de las que Les hable anteriormente. Un atleta no llega a su meta sin mucho sacrificio y disciplina.  La palabra que deseo que oigan es disciplina. Escojan. Que tanto están dispuestos a negarse ustedes mismos, pues el negarse uno mismo por la gloria de Dios es un verdadero don del Espíritu. Tendrán hambre de Dios mientras su vida de oración crece.  Estén seguros que cuando verdaderamente tengan hambre de Dios en esta manera, El los bendecirá con una hambre insaciable por las almas . .  . .almas que también tendrán hambre de Dios.  

 

Permitan que la seguridad de Mi calma..... Nuestro Amor los fortalezca en estos tiempos de incertidumbre.  Estén en paz,  pequeños. . . . el amor y la misericordia de Dios vencerán todos los obstáculos.  Confíen y crean. 
  • Hits: 2894