6 de Noviembre de 1997 (Maria)

 

Mis queridos hijos,

 

Yo he escogido palabras sencillas pero significativas para llevar Mis mensajes a ustedes.  En este medio de comunicación los corazones y los oídos que han estado cerrados al verdadero mundo de espiritualidad se van a abrir para responder más completamente a los regalos enviados del cielo --- por Mi Hijo quien se extiende a cada uno de ustedes con gentil compasión.  El toma a cada alma con tanta ternura que aun el amante corazón de una madre no podría adquirir la profundidad de Su Divino Amor.

 

Se han alejado tanto, Mis preciosos seres, y aun Su amor y perdón permanecen igual.  Ustedes son Suyos y Suyos permanecerán hasta que ustedes decidan otra cosa.  Todo es cosa de escoger.  Existe un cielo y, sí, existe un infierno.  Tantos creen que tendrán la oportunidad de cambiar antes de el Gran Juicio --- ésto es muy tonto, pequeños Míos, porque ustedes no saben cuando se les va a llamar.  Prepárense ahora --- mucho viene y muchos no van a estar listos.  Oren continuamente porque la vida entera debiera ser una oración de dar gracias. Que el amor puro sea la intención de su corazón porque Dios en Su grandeza va a honrar estas intenciones.  Oren más seriamente que nunca antes, hijos Míos, porque el mal de este mundo es engañoso y anhela atacar almas confiadas.

 

 ¡Paz y amor! 
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